Las cataratas son una parte natural del proceso de envejecimiento para la mayoría de las personas. De hecho, el 90 % habrá padecido cataratas al llegar a la edad de 65 años, aunque, una vez formadas, muchas personas no presentarán los síntomas hasta meses o, incluso, años después.
Sin embargo, existen ciertos factores de riesgo adicionales que pueden hacer que las cataratas se formen más rápidamente o en etapas más tempranas de la vida:
La formación de las cataratas
Detrás del iris y de la pupila, se encuentra el cristalino, que funciona de manera similar a las lentes de las cámaras. No solo ayuda a enfocar la luz que atraviesa los ojos, contribuyendo a producir imágenes claras y nítidas en la retina, sino que también ajusta el enfoque, para poder ver de cerca y de lejos. El cristalino se compone de proteínas y, a medida que envejecemos, parte de estas proteínas se compactan y provocan la aparición de un punto turbio en él. El enturbiamiento, la vista borrosa y la decoloración son los síntomas de lo que se conoce como cataratas.

Cristalino sano

Cristalino opacificado
La catarata empezará siendo pequeña y, a medida que avance, el enturbiamiento se espesará hasta cubrir una zona más amplia del cristalino. Bloqueará la luz que llega a la retina y, como resultado, su visión se volverá borrosa, turbia y descolorida.
¿Se pueden padecer cataratas en ambos ojos?
Por lo general, las cataratas aparecen en ambos ojos, pero las de uno pueden ser peores que las del otro. Esto hará que su visión difiera de un ojo a otro.